El implante con injerto de hueso dental es un tratamiento quirúrgico dental que consiste en la colocación de un material de relleno que reemplaza el hueso faltante, con el fin de regenerar una zona del maxilar afectada por la pérdida ósea o reparar alguna fractura ósea extremadamente compleja.
Tipos de injerto de hueso dental
Existen diversos tipos de injertos óseos que el paciente puede elegir al momento de realizar la intervención quirúrgica.
- Autoinjerto: El hueso implantado puede extraerse del mismo paciente, puede ser de su cráneo, de su mandíbula o de la cresta ilíaca.
- Externo: En algunos casos puede ser un injerto de hueso de donante o de un banco de huesos.
- Xenoinjerto: se refiere a material de injerto de óseo proveniente de un animal.
- Injertos aloplásticos: Es un tipo de injerto sintético o hueso artificial, que puede ser creado a partir de cerámica tales como fosfatos de calcio, biovÍdrio y sulfato de calcio.
Procedimiento de injerto óseo
Los dentistas Miraflores que suelen realizan este tipo de procedimientos quirúrgicos como injertos óseos son cirujanos ortopédicos comunes, los cirujanos de otorrinolaringología del cuello, neurocirujanos, cirujanos craneofaciales, orales y cirujanos maxilofaciales, periodoncistas e implantólogos.
Al realizar el procedimiento el especialista acordará con el paciente que tipo de anestesia se aplicará. La anestesia suele ser local, pero también pueden usarse sedantes por vía oral o intravenosa esto va a variar según las necesidades personales de cada paciente.
Primero se realiza una pequeña incisión en el tejido de la encía para tener acceso al hueso que está debajo con el fin de que reciba el injerto. Luego, se moldea el injerto óseo y se introduce dentro y alrededor del área. En este tipo de procedimientos se puede necesitar clavos, placas o tornillos para sujetar el injerto en su lugar.
¿Cuándo es necesario realizarse un procedimiento con injerto de hueso?
Los injertos de hueso dental no siempre son necesarios. En ocasiones es necesario realizar un injerto de hueso dental esto cuando el paciente no tiene suficiente estructura ósea para colocar implantes dentales. Este procedimiento será de realización imprescindible cuando con la extracción de un diente el hueso de la zona comienza a reabsorberse ya que será necesario para rellenar defectos de hueso en la zona donde vamos a colocar el implante dental de titanio.
Es importante para mantener la altura ósea de la cresta alveolar después de extraer un diente y en tratamientos de elevación de seno maxilar para conseguir altura o anchura ósea suficiente para colocar implantes dentales de titanio en zonas posteriores.
Beneficios de colocarse injertos de hueso dentales
- Permite colocar los implantes en la posición ideal en pacientes con poco hueso o casos complicados, mejorando además la apariencia de su dentadura.
- Permite reponer las muelas ausentes en la parte superior e inferior de la cavidad bucal.
- Regenera la zona para evitar el empaquetamiento de comida, después de colocado el diente sobre implante. El empaquetamiento de comida muchas veces es causante del mal aliento (halitosis) y caries.
- Evita que el paciente tenga que llevar unas prótesis movibles, estas sueles causar molestias porque se pueden caer en un momento público o incluso pueden llegar a perderse.
Riesgos de los injertos de hueso oseos
Como todo procedimiento médico o quirúrgico el injerto de hueso dental también puede conllevar riesgos como los problemas respiratorios, las reacciones a los medicamentos, sangrado e infección, mayor tiempo de cicatrización, posible inflamación de algún ganglio adyacente, la aparición de hematomas, la lesión a los nervios y algún daño en estructuras alrededor de dientes, encías o vasos sanguíneos.
Tiempo de recuperación
La integración del injerto de hueso dental depende del tipo de hueso empleado y del tamaño de la zona a tratar. La mayoría de los injertos óseos toman un periodo de tres a cuatros meses en ser reabsorbidos y sustituir el hueso natural. Sin embargo, si en el procedimiento se empleó injerto óseo artificial o animal puede tardar en adaptarse totalmente seis meses aproximadamente.
Después de la intervención quirúrgica es normal que se inflame un poco la zona y el paciente note molestias. La máxima inflamación se alcanza normalmente a las 48 horas. A partir del segundo o tercer día la zona comienza a deshincharse y pasada una semana el paciente recupera la normalidad.
Aunque no es necesario un reposo absoluto ni cuidados especiales, pero sí que se recomienda limitar o evitar el ejercicio físico durante las dos primeras semanas para evitar posibles complicaciones como la inflamación excesiva de la zona. También es recomendable durante las dos primeras semanas adaptar la dieta a comidas más blandas.
Es fundamentales seguir las recomendaciones del especialista, tomando la medicación y los cuidados adecuados.